correr por las calles riendo
mientras sus ropas ardían
Saludando a medio mundo
contagiando su alegría
educando el futuro
con su vida
Su entierro no fué negro
nadie lloraba más bien sonreían
con la sonrisa
que da la fe
la esperanza
o el pensamiento
Y la vida
que tiene sus bemoles
nos convierte qualquier día
en actores
de lo que vimos
y nos encontramos
corriendo por las calles
buscando y preguntando a la
gente:
Ha visto usted un Bonzo
correr por las calles riendo
mientras sus ropas ardían
Saludando a medio mundo
contagiando su alegría
educando el futuro
con su vida
Eran los tiempos de la guerra de Vietnam. Leiamos que los monjes budistas se quemaban como protesto, como una manera de cambiar las cosas. Era extraño en aquella época, mas llamaba la atención. Nunca sabemos exactamente con que fuerza algunos actos influyen en la vida, el futuro de los acontecimientos. Hoy todo eso pertenece al pasado, el fuego que ardía sobre los monges ya se consumió, otros fuegos consumen otras cosas, así es la historia, pero cada actitud debe influir en acontecimientos posteriores, al fin y al cabo esa guerra ya terminó.
Siempre me gustó mucho esta canción. También siento como si fuese otra persona que la compuso. Son esas palabras que hacen sentido mucho tiempo después.
Al igual que “El Pollo” la musica termina también con un coro como si fuese un coro de monges, como si fuese un salmo.